Al día de hoy la acumulación de deudas es una de los principales factores que afecta la economía de los ciudadanos; ya que cada vez es más común que una persona, física o jurídica, contraiga una deuda y después se vea conflictuada en cómo pagar dicha deuda. Generalmente, lo primero que se piensa es que se debe vender algo o pedir otro préstamo y, aunque son opciones factibles para conseguir dinero, no son las más rápidas.
Debido a esta gran inestabilidad han surgido muchos créditos orientados a aquellas personas que buscan liquidar sus deudas. Desde microcréditos, préstamos rápidos sin nómina, tarjetas de crédito, adelantos de nómina y préstamos preconcedidos.
Si bien el solicitar un nuevo préstamo para liquidar deudas es una opción tentadora y atractiva, en ocasiones el contraer una nueva deuda para salir de las anteriores no es lo más recomendable. Es por esto que existen otras alternativas para que puedas eliminar deudas.
Una de las alternativas que existen para finalizar deudas sin adquirir una nueva es la Reunificación de Deudas, la cuál consiste en agrupar todas tus deudas para pagar cuotas mensuales más pequeñas a las que habías estado pagando anteriormente. Esta alternativa es ideal para las personas que todavía pueden llevar un control de su economía pero que únicamente necesitan disminuir sus cuotas.
Otra alternativa para arreglar tu situación financiera es la Negociación de Deudas, también conocida como reestructuración de deudas, con la cuál puedes acordar extender el plazo de tu deuda o rebajar los intereses.
Finalmente como última alternativa para solucionar tu situación financiera sin necesidad de solicitar un nuevo préstamo o para personas que de verdad son incapaces de elaborar un plan de ahorro y seguirlo, es acudir a una empresa reparadora de deudas, las cuáles prácticamente se encargan de declararte insolvente para acogerte a la Ley de la Segunda Oportunidad.
Cómo conseguir dinero rápido
Si lo que buscas es conseguir dinero rápido para poder solventar el pago de vuestras deudas, existen diversas alternativas a las que puedes acudir para solventar el pago de tu deuda.
Una de las principales alternativas para conseguir dinero rápido es solicitar un crédito. Aunque en ocasiones se suelen confundir los términos crédito y préstamo, cada uno tiene sus características y requerimientos.
Cuando hablamos de un crédito, nos referimos a una cantidad de dinero que el banco autoriza y transfiere la cantidad solicitada a una cuenta y así puedes disponer de él a tu antojo. Así, puedes utilizar todo, una parte o inclusive nada de la línea de crédito.
Dentro de las ofertas que puedes encontrar para solicitar un crédito te puedes encontrar con Creditea que ofrece créditos desde 500 hasta 5.000 euros, pero debes tener en cuenta que el interés a pagar será del 22,44% TIN y tendrás un plazo de devolución máximo de hasta 36 meses.
Otra opción que puedes considerar para poder financiar tus deudas es solicitar un microcrédito. Estos se caracterizan por ofrecer cantidades más pequeñas de dinero que oscilan entre los 50 hasta los 600 euros y su plazo de devolución normalmente no excede de los 50 días. Usualmente el interés de este tipo de créditos no se expresa en porcentaje sino en una cantidad fija en euros.
La gran ventaja de los microcréditos es que se puede conseguir la cantidad de dinero necesaria en un periodo corto de tiempo y realmente sin tantas exigencias como un crédito común. Una de las desventajas de este tipo de financiación es que los intereses suelen ser más elevados.
Otra alternativa que podrías considerar es solicitar un préstamo rápido, que funciona de manera similar a un microcrédito, sin embargo en un préstamo rápido se puede conseguir casi la misma cantidad de dinero que un préstamo personal pero con dos importantes diferencias. La primera de ellas es que se tramita de forma más rápida y puedes recibir el dinero en unas cuantas horas, y la segunda es que el coste de este tipo de financiamiento es más elevado ya que las empresas asumen un riesgo mayor.
