La situación del coronavirus nos ha dejado un verano nunca vivido hasta ahora. No pudimos organizar nuestras vacaciones de 2020 con antelación por la incertidumbre que generó el Estado de alarma y seguimos con las dudas de qué podrá suceder mañana a causa de los rebrotes. ¿Qué podemos esperar de estas vacaciones tan atípicas?
Lugares a los que podremos viajar
España comenzó a abrir sus fronteras a finales de junio, pero no mucha gente está dispuesta a salir del territorio nacional. El coronavirus está golpeando América, Asia vuelve a tener rebrotes y nuestro vecino Portugal también vive momentos difíciles.
Aunque el Gobierno no desaconseja el turismo internacional, el viajante tendrá que asegurarse de las condiciones del país de destino, puesto que algunos podrían imponer una cuarentena a los recién llegados.
Por su parte, la movilidad dentro del territorio español es por el momento libre y las reservas van en aumento desde junio. Según Clubrural, Cataluña será la comunidad que más visitas nacionales registre. El tipo de turismo más escogido es el de interior, elegido por el 70% de los españoles según EscapadaRural.com, seguido por el de sol y playa por el 22% de los veraneantes.
Este tipo de movimientos harán que los españoles nos gastemos menos dinero en nuestras vacaciones, influyendo también el peligro por las posibles cancelaciones.
Qué hacer si tus vacaciones de 2020 se cancelan
El cliente siempre debe saber que, si su viaje se cancela por causas ajenas a él mismo, el importe de las vacaciones le ha de ser devuelto. El canje de billetes de avión para viajes posteriores podrá ser reclamado para que te devuelvan el dinero.
Por su parte, las agencias de viajes ya venden paquetes de cara a la pandemia caracterizadas por las facilidades a la hora de cancelación hasta el último momento.
Ante cualquier duda o reclamación, la Organización de Consumidores y Usuarios atiende este tipo de peticiones para hacer justicia frente a las empresas con condiciones y cláusulas abusivas u ocultas.
Cómo reducir el gasto durante las vacaciones
El 2020 es una oportunidad excelente para tener unas vacaciones low-cost. El miedo y el peligro al contagio provocarán menos salidas sociales, menos visitas a playas y lugares públicos y, por consiguiente, menos oportunidades para gastar dinero. Aquí dejamos unos consejos para no tener que enfrentarnos a la cuesta de verano.
1.- Mantén una planificación
Sabemos que la planificación de las vacaciones de 2020 está siendo muy precipitada. Desde que hemos empezado la nueva normalidad, muchos españoles están buscando un alojamiento para no quedarse sin unos días de desconexión. No arriesgues cogiendo lo primero que encuentres: fíjate un presupuesto y busca la mejor opción.
2.- Cuidado con las tarifas extra
Los vuelos low-cost son tan baratos porque, en un principio te atraen con un precio muy bajo, pero resulta que tendrás que pagar más por extras como llevar una maleta o poder escoger tu asiento. Asimismo, si viajas a un hotel revisa qué tipo de alojamiento estás pagando y qué es lo que incluye el precio del mismo.
3.- Haz la compra en el supermercado y come más en tu alojamiento
Es una buena oportunidad para explotar esta opción, ya que el peligro corre cuanto más tiempo expuesto en sitios públicos pases. Si optas por hacer tu propia comida, tu bolsillo notará una gran diferencia.
4.- Infórmate sobre el lugar al que viajas y aprovecha las ofertas
Toda zona urbana goza de lugares culturales de interés y, por lo general, tienen un día o unas horas a la semana en el que el acceso a museos y lugares turísticos es gratuito. Además, por tu condición personal, familiar y/o laboral, podrás gozar de descuentos en entradas a numerosos sitios. Infórmate para disfrutar de estas ofertas culturales.
5.- Aprovéchate de la economía colaborativa
Si viajas en tu coche y llevas asientos vacíos, atrévete a llevar a alguien que quiera hacer el mismo trayecto en las mismas fechas. Aunque no conozcas a esa persona, esta práctica está cada vez más extendida y puede ser una gran experiencia, además de que compartiréis gastos. Otra alternativa es el “couchsurfing”, una forma de conocer el mundo sin pagar alojamiento. Consiste en que una persona presta un lugar para dormir a otra, a cambio de un intercambio cultural y una experiencia inolvidable.
