Actualmente convivimos en un sistema de economía lineal. Este se basa en extraer materias primas, procesarlas para obtener un producto final y, una vez utilizado este producto, nos deshacemos de él porque consideramos que han cumplido su función. De esta forma, además de generarse miles de toneladas de basura al año, se podría decir que también estamos tirando dinero, puesto que no aprovechamos los bienes que ya tenemos.
¿Qué es la economía circular?
La economía circular trata de adaptar una nueva forma de consumo que se basa en la eficiencia de los recursos. En este sistema, se busca que la sociedad optimice el uso de materiales y recursos, dándoles una segunda vida.
Se trata de una de las medidas que recoge la “Estrategia Europa 2020” y demuestra que muchos países están cada vez más concienciados en la importancia de la sostenibilidad y en la optimización de los recursos naturales.
Desde el Parlamento Europeo, la definen como “un modelo de producción y consumo que implica compartir, alquilar, reutilizar, reparar, renovar y reciclar materiales y productos existentes todas las veces que sea posible para crear un valor añadido”. De esta forma,
¿Cómo puede contribuir al ahorro personal?
Pero la economía circular no solo se preocupa por aspectos medioambientales, sino que también tiene su incidencia en el bolsillo de las personas. Jules Coignard, director y cofundador de la plataforma de economía circular “Circul’r”, afirma que llevar a cabo la economía circular puede suponer el ahorro de millones de euros tanto a empresas como a la sociedad en general.
Como ciudadanos individuales, estos son las mejores prácticas para que la economía circular nos ayude a ahorrar un dinero todos los meses:
Reparar antes de tirar
Muchas veces recurrimos a la opción rápida de tirar aquello que se nos estropea y comprar otro para sustituirlo pero, ¿no será más económico arreglarlo en su lugar? Ropa, móviles, objetos de casa… y muchos otros objetos tienen una reparación más barata que su sustitución. Además, la mayoría de productos vienen con una garantía que tienes derecho a aprovechar.
Comprar y vender de segunda mano
En lugar de tirar, una opción muy común de la economía circular es la compraventa. De esta forma, aquel que tiene un bien que ya no quiere utilizar más puede obtener una rentabilidad vendiéndolo en el mercado de segunda mano. Asimismo, aquel que quiera comprar algo a un precio más barato puede recurrir a numerosas tiendas físicas o portales en internet dedicados a la compraventa de artículos de segunda mano.
Optar por el alquiler
Si el coche no es tu medio de transporte habitual, ¿por qué comprar uno? Siempre que quieras irte de vacaciones podrás alquilar el coche que desees a un precio económico. Lo mismo sucede con las segundas residencias, vestidos para ocasiones especiales, equipos deportivos…
Formar parte de la economía colaborativa
La era digital nos ha permitido desarrollar la economía colaborativa, que consiste en el intercambio de bienes y servicios con o sin ánimo de lucro con el fin de evitar el derroche de productos que no se usan. Algunos de los ejemplos más sonados en los últimos años son BlaBlaCar, para compartir trayectos en coches particulares, Airbnb, para alquilar por días casas vacías, CronoShare, que conecta a clientes con profesionales capacitados, o Couchsourfing, una forma de viajar ahorrando el alojamiento y conociendo a gente nueva.
Ajustar el gasto energético
Se trata de cambios en el día a día de la rutina de nuestro hogar que supondrán un ahorro para nuestras finanzas y un mejor aprovechamiento de los recursos naturales, por lo que estaríamos contribuyendo a la economía colaborativa.