Tener el hábito de terminar todo lo que te propones en la vida, ya sea realizar una tarea sencilla o una meta, tiene que ver con algo que se llama: mentalidad. Suena a que se tiene que trabajar mucho para lograrlo, pero es más fácil de lo que crees si te lo propones.
En cuanto a finanzas personales, tener una mentalidad que te impulse a lograr o alcanzar objetivos te ayudará a mantenerte inspirado(a) y aunque te encuentres con complicaciones en el camino, sabes que superarlos no es una opción más bien es lo que debes hacer.
1. Los problemas no son como los pintan
No importa de qué se trata, lo que importa es cómo vas a reaccionar, cómo percibes esa complicación y qué estás dispuesto a hacer para que las cosas continúen funcionando. Hay una frase que dice:
“Los obstáculos en el camino se convierten en el camino. No olvides que los obstáculos son oportunidades para mejorar nuestras condiciones.”
-Ryan Holiday.
2. Enfoca tu energía
Este es un punto para las personas que están totalmente dispuestas a realizar lo que se proponen. Si le dedicas a una tarea el 100% de enfoque sin distracción alguna, seguramente la terminarás. Hay que resaltar que también depende del tipo de objetivos que establezcas, ya que estará de por medio el tiempo, entonces define cómo lo repartirás para que avances lo más rápido posible.
3. Tener fechas límite
Saber que hay una día establecido para ver resultados, más que presionarte, debería ayudar a identificar en qué debes centrar tu atención y dar tu mayor esfuerzo, así podrás terminar a tiempo o en el mejor de los casos podrías hacerlo muchísimo antes.
4. Crea detonantes
Todos, de manera consciente o no, tenemos una rutina. Conecta pequeñas acciones a tus hábitos comunes para que te ayuden o aporten algo y logres tu meta. Estos pueden ser tan sencillos como despertar a la misma hora todos los días, colocar una moneda en tu alcancía cada que llegues a casa, etc.
5. Elimina la palabra “pero” de tu vocabulario.
Normalmente utilizamos “pero” para excusarnos o para excluir una opción, debemos estar conscientes de que podemos hacerlo todo, reemplazala con la conjunción “y”.
Automáticamente comenzarás a ver resultados, por ejemplo:
- Antes: Necesito pagar mi tarjeta de crédito, pero también los servicios de la casa.
- Ahora di: Necesito pagar mi tarjeta de crédito y los servicios de la casa.
Estos son cambios que puedes llevar a cabo en tu día a día, recuerda que los planes son sólo planes, nada te garantiza que serán realizados a la perfección, siempre estamos expuestos a cambios, ya sean grandes o mínimos, lo peor que puedes hacer es caer en la frustración, no olvides que los problemas son oportunidades.