Ser padre es una de las dichas más grandes que puede tener un hombre. Sin embargo, se requiere una gran responsabilidad, no sólo desde el punto de vista de inculcar valores y dar una buena educación, sino de contar con la fortaleza financiera para solventar las necesidades del hijo o hija.
La vida siempre impone retos en materia económica. Y si se es padre, esos retos adquieren mayor dificultad, pues el padre ya no sólo vela por sí mismo, sino por su descendencia.
Por ello, en este caso, aplica muy bien el dicho que reza: ‘hombre prevenido vale por dos’. Así que, para que seas un papá prevenido, y siempre estés preparado para afrontar los desafíos de la vida, te dejamos los siguientes tips que te permitirán mantener salud financiera y encarar de mejor manera los desafíos de la vida.
En la planeación, la clave
Un punto muy importante a tomar en cuenta es la planeación financiera. Para evitar que llegue fin de mes y te encuentres ahorcado por pagos, lo mejor es hacer un presupuesto y tener bien claro los gastos y necesidades por cubrir.
Así, por ejemplo, es muy importante identificar los gastos básicos y recurrentes. Hablamos de gastos fundamentales para cubrir necesidades básicas, como alimentación, servicios de hogar, educación de los niños, transporte, e incluso vivienda. Tener muy presente estos gastos te ayudará en gran medida para apartar el monto adecuado, evitar desembolsar en cosas innecesarias y no quedar desprotegido.
Partiendo de esto, el resto es más sencillo. Mientras tengas bajo control y contemplado tus gastos básicos, ya tenemos una gran ventaja.
Recorta lo innecesario
En esta línea de planificar, un punto relevante es priorizar los gastos. Hacer una lista sobre en qué se gasta el dinero, puede servir para identificar aquellas compras que no son prioritarias y se pueden eliminar.
Este camino es muy importante para generar “un colchón”. Y es que, uno de los puntos importantes que debes tomar en cuenta es el ahorro. Siempre hay espacios para gustitos, pero las prioridades, son las prioridades.
Ahorra para imprevistos
Tener la cultura del ahorro es un elemento que te puede evitar muchos dolores de cabeza. Se dice que el mexicano no tiene el hábito del ahorro, y la realidad es que desarrollar este elemento es fundamental.
Contar con un guardadito para enfrentar eventualidades es una gran acierto. Incluso, contar con un recursos te puede abrir la puerta para pensar en inversiones que te retribuyan más dinero.
Pero el ahorro no sólo se limita a lo anterior. El fomentar ahorro también puede servir para prepararse para el futuro y pagar, por ejemplo, la educación de tus hijos.
No te sobre endeudes
Ser muy conscientes de la capacidad de compra es un elemento vital para mantener una salud financiera óptima. Y esto no es otra cosa que tener muy presente cuánto se percibe de ingreso y cuánto de eso puedo gastar.
La realidad es que los especialistas señalan que lo recomendado es no destinar más de 40% a compromisos financieros, lo que incluye el pago de tarjetas de crédito, créditos personales u otro tipo de financiamientos. Esto en aras de contar con el dinero suficiente para pagar las necesidades básicas y generar ahorro.
Cada que realices tu planificación mensual, es muy importante tener en cuenta si se tienen créditos vigentes, o cuánto se deberá pagar en la tarjeta. Partir de estos elementos te permitirá no adquirir más compromisos que, entonces sí, te ahoguen en pagos mensuales que te dejan sin la posibilidad de ahorro y que ponen en riesgo el cubrir las necesidades básicas.
La Condusef.gob.mx ha puesto al alcance de las familias una fórmula muy sencilla para evaluar la capacidad de pago, la cual parte de restar los gastos mensuales al ingreso.
En este punto, si bien las tarjetas de crédito son una excelente herramienta, su mal manejo puede meter en apuros. No pierdas de vista que las tarjetas de crédito no son dinero extra, por lo que tener control sobre lo que se compra resulta trascendental.
La mejor recomendación es partir que el pago de créditos se convierte en un gasto recurrente, que se tendrá que cubrir mes con mes, por lo que se deberá apartar la cantidad suficiente para saldar ese compromiso. Recuerda que incumplir en el pago de alguna mensualidad te podría traer penalizaciones que descontrolen tu presupuesto.
Si algo resulta importante destacar es que la deuda no es mala, y si una buena aliada. Lo que la convierte nociva es su implementación; tomarla cuando los ingresos no dan para solventar la obligación, es cuando puede causar severos problemas.