Así como el bien y el mal son antónimos, es decir, palabras que significan lo opuesto, lo mismo sucede con los activos y los pasivos financieros.
Si un activo es todo aquello que tiene una empresa ya sea de manera tangible o intangible, un pasivo es lo que adeuda; es decir, lo que debe pagar en un futuro.
La definición técnica de un pasivo financiero es: toda obligación, deuda o compromiso de pago en un plazo exigible determinado, que puede ser en el corto, medio y largo plazo.
También pueden ser entendidos como el efectivo o los activos que se deben o se han comprometido a otra entidad y que se deben pagar en un periodo de tiempo determinado,
En los pasivos también se pueden incluir los intercambios de activos en los que la posición de la empresa es desfavorable. Es decir, que el valor recibido fue menor al dado.
Aquí algunos ejemplos
Para no enredarnos con todos esos conceptos, la manera más sencilla de entenderlo es con ejemplos cotidianos o bien, que hemos escuchado alguna vez en nuestras vidas.
Un pasivo financiero muy claro en tu vida, se da en el momento en que pides un préstamos a un banco o a cualquier otra entidad.
Al momento que la institución financiera te concede un préstamo, estás adquiriendo una deuda, y aunque lo utilices para adquirir un activo, como por ejemplo, una computadora, la realidad es que tienes un pasivo.
Es decir, al momento de que te concedieron un crédito, firmaste un contrato comprometiéndote a pagar la deuda en un momento determinado, lo que significa que tarde o temprano deberás devolver lo pedido.
Vayamos a otro caso, los bancos tienen grandes activos, que son todos los bienes y equipo que poseen y los créditos que han prestado a sus millones de clientes.
Pero también tienen pasivos, y esos son todo el dinero que los clientes tienen depositados en sus cuentas, esos recursos son utilizados para dar crédito; sin embargo, el banco lo debe regresar a su dueño tarde o temprano.
Por ese motivo, en sus estados financieros, pese a que está en sus manos, las instituciones bancarias no cuentan ese dinero entre sus activos, pues es un pasivo que deben regresar.
En el caso de las tiendas de abarrotes, los dueños tienen varios proveedores que le surten los distintos productos que venden, y no son pocos los que lo dejan a crédito.
Es decir, el tendero tiene los productos, pero también ha adquirido una deuda con sus proveedores, las cuales debe pagar en el tiempo que quedó establecido en el contrato.
¿Son malos los pasivos?
Tener pasivos no es malo, e inclusive es necesario. En el caso del banco, esos pasivos le permiten tener recursos para colocar préstamos a cierta tasa de interés entre sus clientes, con lo cual obtiene ingresos y ganancias.
Lo mismo pasa con el tendero, una vez que vende los productos tiene el suficiente dinero para pagar a sus proveedores, y quedarse con un ingreso extra.
Y si tú tienes pasivos, es decir deudas, tampoco es algo malo, todo depende del uso que le des, muchas veces es para emprender un negocio o simplemente para mejorar tu calidad de vida al comprar muebles o bien para mejorar tu hogar.
Aquí lo importante, y lo que recomienda los expertos, es que trates de que tus pasivos no sean superiores a tus activos, de lo contrario corres el riesgo de que tu patrimonio se vea mermado de manera importante.
Además, al momento de adquirir una deuda trata de hacerlo solamente si eres capaz de pagarla en su totalidad, pues si dejas de hacerlo, aparte de que tu historial se verá afectado, también puede haber consecuencias tan graves como el embargo.