Administración financiera

Ropa de moda aumenta la contaminación

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Esta semana se conmemoró el Día Mundial del Medio Ambiente, por lo que el día de hoy quise platicarte sobre algo en lo que gastamos cientos (o quizá miles) de pesos al año y que genera contaminación terriblemente nuestro planeta: vestirnos. Sí, si estás buscando cómo ahorrar dinero de una vez por todas, puedes empezar por tu guardarropa y hacerle un favor al mundo.

Cuando se trata de cuidar el medio ambiente, cuidar nuestro dinero o cuidar nuestra figura, siempre nos pasa lo mismo: creemos que un mínimo esfuerzo hará un cambio significativo.

Esto te interesa:

¿Qué si te digo que para confeccionar lo que traes puesto hoy se necesitaron, aproximadamente, 10,000 litros de agua? Ahora imagina cuánta agua fue necesaria para elaborar todo tu guardarropa, a eso súmale los pesticidas que se utilizaron para el algodón del que están hechas algunas de tus prendas favoritas, el petróleo necesario para tus prendas de poliéster y los millones de árboles talados para tus blusas de rayón.

Como ves, las consecuencias de ser víctima de las rebajas de temporada van mucho más allá de terminar con tu cartera casi vacía a fin de mes. Además de estar acabando con tu presupuesto, estás contribuyendo a acabar con el planeta (ya sé que suena dramático, pero es verdad).

¿Quieres saber qué es lo peor? Sigue leyendo…

  • Según la ONU, en el mundo cada año se consumen 70 millones de toneladas de ropa.
  • De esta cantidad, sólo el 25% se reutilizará, el resto terminará en la basura.
  • Greenpeace encontró que la ropa que utilizamos día a día está severamente contaminada por diversos químicos utilizados durante su confección, mismos que propagamos involuntariamente al momento de lavarla, contribuyendo así a la contaminación del agua.

Tristemente estos datos ya no nos sorprenden. Las tiendas de ropa nos han acostumbrado a tener hasta cuatro mini temporadas de ropa disponibles CADA MES. Obviamente las prendas son de pésima calidad y, a pesar de que lo sabemos, no podemos resistirnos a un 70% OFF. 

La culpa la tiene el fast fashion

¿Te ha pasado que vas a Zara una semana después de tu última visita y encuentras una colección completamente diferente a la de la vez anterior? Pues justo eso se conoce como fast fashion, y Zara es la madre desnaturalizada de este esquema en el que las tiendas tienen una rotación de colecciones tan rápida, que constantemente nos hacen sentir que estamos “pasados de moda”, así consiguen que vayamos a gastar dinero con más regularidad.

De unos años para acá, nadie se sorprende si la playera que compró en Bershka por $179 se rompe en la segunda lavada. La industria de la moda se ha encargado de vender ropa de calidad cada vez más baja a precios accesibles. ¡Imagínate el impacto ambiental!

Otro daño colateral lo sufre nuestro bolsillo: estamos pagando más de lo que creemos en ropa y zapatos que no llegan a ser siquiera de mediana calidad. Literalmente estamos gastando nuestro dinero en prendas desechables.

Este ejercicio debería importarte:

Imagina que en el año asistes a las rebajas de invierno, de verano y por último al Buen Fin, y adicionalmente realizas otras 3 visitas al mall. Supongamos que en cada visita gastaste un promedio de $2000 en ropa y zapatos: al final del año gastaste $12,000, de los cuales POR LO MENOS la mitad, lo gastaste en fast fashion. Así, en un año gastaste de la peor manera $6,000.
Ese dinero, en lugar de tirarlo literalmente a la basura, lo pudiste haber invertido en algún instrumento que por lo menos te diera algún rendimiento con el paso del tiempo. Por ahora puede no significar demasiado, pero en 10 años habrás tirado aproximadamente $60,000 que seguro te harán falta, por ejemplo, en tu retiro.

¿Quieres otro ugly fact? Donar tampoco es el camino

Donar ropa y zapatos es un acto de buena voluntad, pero donar ropa en pésimas condiciones no ayuda en nada. Tampoco cuenta como ayuda útil si tu plan es donarla a los damnificados de algún desastre natural. Ten presente que acceder a los sitios de desastre es demasiado complicado como para pedirle a los voluntarios que recorran largos caminos cargando cajas llenas de la ropa vieja que en tu casa nadie quiso. La PAHO (Pan American Health Organization) nos lo deja más claro: el objetivo de una buena donación es responder a las demandas reales expresadas por el receptor.

Donar fast fashion = descartado.

“Nunca deben existir normas dobles para medir la calidad. Si el producto es inaceptable en el país donante, es inaceptable como donación.”

Esto es lo que sí puedes hacer:

  1. A partir de ahora, planea tus compras. Armar un capsule wardrobe puede ser una buena manera de comenzar. Si no sabes de qué hablo, lo resumo: es una mini colección de ropa formada por cierto número de prendas, todas combinables entre sí. El chiste es que sean pocas prendas, pero de calidad.Ahorrarás dinero al no tener que reponer continuamente tu ropa desgastada, tendrás mejor estilo al portar sólo ropa de calidad y aportarás tu granito de arena al mundo. Además, si necesitas ir de compras, sabrás exactamente qué prendas necesitas y evitarás salir de la tienda con 5 blusas con calidad de $5.
  2. Di sí al consumo responsable. No necesitas 100 playeras básicas ni tres jeans iguales, piensa en el medio ambiente y de paso en tu economía.
  3. Mi palabra favorita: ¡PRESUPUESTO! Ahora que ya sabes el daño que causas cada vez que pasas la tarjeta en H&M, Zara o similares, espero que te sientas motivado a recortar tus gastos en este rubro. Realiza un presupuesto en el que asignes sólo cierto porcentaje de tu ingreso a este fin (algunos aconsejan el 5% de tu ingreso mensual) y apégate a él.
  4. Comprar prendas de segunda mano en tiendas de ropa vintage. No digo que vayas a los tianguis y busques entre montones de ropa vieja. Lo que puedes hacer es buscar este tipo de establecimientos, ahí seguro encontrarás prendas de buena calidad, mucho estilo, buenas marcas y a precios accesibles.

Te invito a que a partir de ahora visualices el proceso completo de cada prenda que desees comprar, desde que se confecciona hasta que termina en la basura.

Si no contribuye significativamente a tu clóset ni a tu economía, mucho menos lo hará a la preservación de nuestro medio ambiente.