Deudas

Deuda buena y mala: diferencias

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Tener una deuda buena es algo que puede llegar a mejorar las finanzas personales de quien la adquiera. Del mismo modo existen otras que perjudican su calidad de vida, esas se les conoce como  deuda mala. Aunque lo ideal sería no deberle a nadie, en algunas ocasiones  el deudor recibe un activo valioso. ¿Te interesa sacarle provecho a tu deuda? Aquí decimos cómo puedes lograrlo.  

¿Cómo es la deuda buena y mala?

Un crédito impulsa la capacidad de compra, esto quiere decir que ayuda a obtener un beneficio al cual no teníamos acceso. Si compramos un bien que aumentará su valor a largo plazo como una casa, o ayudará a generar ingresos como la compra de maquinaria para un negocio, estamos frente a una deuda buena.

En general, está mal visto endeudarse. Sin embargo, hay situaciones que ameritan tomar una decisión a favor y no deberían de tener un resultado negativo, siempre que tengamos cuidado en qué se invierte.

Según la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF, 2018), 3 de cada 10 personas prefieren no adquirir un crédito, la razón: “no les gusta endeudarse”. 

En el lado contrario se encuentra la deuda mala. Este es el resultado de inversiones que generarán una pérdida. Esto puede ser la compra de artículos que no aumentarán su valor y causarán  un pasivo. Lo que implica que solo son un gasto, como las deudas por electrodomésticos o ropa. 

Deuda buena vs deuda mala

El problema con la deuda buena es saber en qué vamos a invertir. Ya se mencionó que una deuda con activo puede ser la compra de un inmueble, pero no todo es material. Una educación de calidad es otra posibilidad de deuda con retribución positiva, pues esto nos permitiría estar mejor preparados para un ambiente laboral más competitivo y que nos ayude a aumentar nuestro poder adquisitivo. 

Por otro lado las deudas malas son gastos aparentemente inofensivos, por bienes más pequeños y en algunos casos menos costosos que  las deudas buenas. Por ejemplo un electrodoméstico perderá su valor conforme se ocupa, y si no se liquida a tiempo el costo del producto aumentará.

Una deuda buena no tendrá retribuciones positivas si no se hacen los pagos correspondientes, o no se valora el impacto de las tasas de interés. Esto sucede con cualquier crédito o préstamo. Incluso, se podría generar un efecto negativo, si descuidamos el costo de financiarse por estos métodos.

La deuda con pasivos nunca tendrá efectos positivos en la economía personal, sin importar que provenga de deudas que en algún momento fueron consideradas con activos. Además, los efectos de la mora pueden perjudicar tu historial en el Buró y  adquirir intereses impagables.

La deuda del mal en peor

Aún falta mencionar la peor de todas las deudas, esta ocurre cuando ya se está en una deuda mala que no se liquidó a tiempo, por lo tanto hay  pérdidas económicas provocadas por los intereses, y se intenta resarcir el daño al solicitar otro préstamo para acabar con la primera deuda. El resultado: una deuda muy mala

En estas situaciones extremas, Resuelve tu Deuda puede ser una solución, pues el programa se enfoca en romper el círculo vicioso de pagar una deuda con otra, permitiendote liquidar con tus propios ahorros y sanear tu historial en el  Buró de Crédito. 

¿Endeudarme? Tal vez es una opción

La deuda buena es un ejemplo de que endeudarse no tiene porque terminar mal, a veces es necesario para llegar al  futuro que deseamos. Contraer una deuda puede mejorar o empeorar nuestras condiciones de vida, por eso es importante tomar una decisión informada sobre nuestra capacidad de pago y necesidades a futuro.