En el mercado financiero colombiano existen productos para cualquier tipo de persona. En esta ocasión hablaremos de uno en específico que es ideal para todo aquel que quiere tener su dinero siempre a su disposición.
Así es, hablamos de las cuentas corrientes, que a grandes rasgos son aquellas en las que puedes ingresar fondos y disponer de ellos siempre que quieras y de forma inmediata con cheques o tarjeta de débito.
Como te habrás dado cuenta, su principal objetivo es que siempre tengas liquidez, pues otro tipo de cuentas, como los de ahorro o inversión, sólo te permiten retirar dinero después de cierto tiempo, como por ejemplo 3, 6, 9 o 12 meses.
No obstante, tiene sus desventajas, pues a diferencia de esas cuentas en las que no puedes disponer del dinero sino hasta después de un plazo acordado, tener tu dinero siempre a tu disposición hará que el banco no te brinde ningún rendimiento.
Por lo tanto, el dinero que mantengas en una cuenta corriente no sólo no te dará intereses, sino que con el tiempo irá perdiendo valor debido a la inflación.
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Diferencia entre una cuenta corriente tradicional y una con intereses
La principal diferencia entre una cuenta corriente tradicional con una de ahorro es que la primera no genera te otorga el pago de intereses, es más, en varios casos te cobran ciertas comisiones por el manejo de cuenta y tener siempre disponible tu dinero.
En cambio, la segunda regularmente te otorga interses o por lo menos no te cobra nada dependiendo de su tipo. Por ejemplo, en una cuenta de ahorro denominada “a la vista” en la que siempre tienes a la mano tu dinero, te dará intereses intereses que apenas superarán la inflación, o incluso estarán por debajo.
También existen cuentas denominadas “a plazo”, en las que no puede tocar tu dinero por cierto periodo, mientras más largo sea este, mayor será el interés que se te dará.
Características de la cuenta corriente:
Las cuentas corrientes tienen muchas caracterísiticas positivas, pero también algunas negativas. Aquí te describimos cuales son:
Beneficios
- Tener tu dinero siempre a tu disposición
- Acceder a él mediante cajeros automáticos, sucursales o transferencias electrónicas
- Manejar tu dinero por medio de cheques, tu tarjeta débito y canales digitales.
- Seguridad de que no está en inversiones de riesgo
Desventajas
- Pago de comisiones
- Costos por saldo mínimo
- Nunca vas a obtener intereses
- Tu dinero pierde valor con la inflación
Más allá de las ventajas y desventajas debes considerar para qué necesitas una cuenta bancaria: si lo que quieres es tener dinero siempre a la mano, la corriente definitivamente es tu opción; pero si no es el caso, opta por alguna otra que te dé genere rendimientos para hacer crecer tu dinero con el paso de tiempo.
¿Cómo obtengo una cuenta corriente?
Los requisitos para abrir una cuenta corriente son diferentes en cada institución financiera; sin embargo, todas te solicitarán ciertos elementos como por ejemplo:
- Documento original de identificación
- Carta laboral con una vigencia mínima de 3 meses
- Certificados de ingresos y retenciones
- Declaración de renta del último período gravable disponible
- Comprobante de domicilio
Beneficio adicional
Si bien a grandes rasgos la cuenta corriente es un depósito a la vista en el que el titular puede sacar su dinero, en parte o en su totalidad, en cualquier momento, a través de distintos canales como Internet o cajeros automáticos, tiene otro gran beneficio: el sobregiro.
Lo anterior quiere decir que si efectúas una transacción que excede el saldo que hay en tu cuenta, el banco te prestará lo que te falte, siempre apegado al tope que se haya acordado al momento de firmar el contrato de apertura.
No obstante, debes tener en cuenta que al igual que cualquier otro préstamo el sobregiro generará el cobro de intereses, por lo que deberás regresar el dinero que tomaste más el monto adicional que se haya acordado.
Las cuentas corrientes que ofrecen prácticamente todos los bancos en Colombia pueden ser utilizadas por una o varias personas siempre y cuando así se haya establecido, por lo tanto, es un tipo de cuenta que suele ser muy utilizada por empresas que necesitan gastar grandes cantidades de un momento a otro.
Por su naturaleza de inmediatez, las entidades bancarias suelen cobran una cuota de manejo, que suele ser mayor que el de una cuenta de ahorro tradicional.
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