Cuando se solicita un préstamo el moroso debe entender que queda obligado a pagar, en tiempo y forma, el dinero que ha recibido. Sin embargo, cuando se pierde la solvencia económica y ya no es posible cubrir los intereses ni los pagos mínimos es cuando el deudor puede verse en una situación complicada si no sabe cómo manejar sus finanzas.
Cuando pasas, por mucho, el nivel de endeudamiento recomendado debe realizarse un reajuste en los gastos corrientes de servicios como luz, agua, gas, renta y transporte, especialmente si no tenemos la posibilidad de conseguir un aumento de sueldo o mayores ingresos.
Las deudas no deben exceder el 30% de los ingresos periódicos. Cuando están por debajo la probabilidad de incurrir en situaciones de falta de pago es menor, además de que se mantiene un registro positivo en nuestra capacidad de endeudamiento.
Utilizar un crédito para tu vida personal o negocio puede ser de gran ayuda para lograr tus objetivos. Sin embargo, cuando el nivel de endeudamiento ya te está asfixiando es necesario armar un plan financiero que te ayude a liquidar tus deudas y no generar un mal historial crediticio.
Capacidad de pago
La capacidad de pago es el dinero real del que disponemos para cubrir nuestros compromisos financieros y es muy fácil de calcular. A tu ingreso debes restarle el total de tus gastos (renta, agua, luz, diversión, gastos hormiga, entre otros.) más el monto destinado al ahorro. La fórmula es la siguiente: Ingreso – (gasto + ahorro) = Capacidad de pago.
Es necesario disminuir al menos en 10% los gastos regulares. Las salidas “hormiga” de dinero deben cancelarse. Habrá que buscar economizar al máximo en gastos fijos como luz, agua, gas y transporte. Tener la posibilidad de encontrar entradas extraordinarias de dinero, será importante para que el deudor se sienta más tranquilo.
Algo que debes tener claro, es que debes pagar todas tus deudas. Haz una lista de lo que debes, donde incluyas montos, plazos e intereses. Una vez que las hayas identificado, debes clasificarlas por importancia, es decir, la que sea más urgente liquidar y las que sean más fáciles de saldar.
Pagar las deudas que más cuestan
Las deudas más urgentes son aquellas que te generan mayor interés. Una opción es comenzar a pagar el monto mínimo de las deudas que generan poco interés y enfocarte en pagar aquellas otras que pueden llegar a consumirte por el alto costo de los intereses.
Es por ello que los consultores en finanzas personales recomiendan pagar las deudas con las tasas de interés más altas, como tarjetas de crédito, préstamos personales, crédito de auto, entre otros, pues son las que más dinero cuestan.
Liquida deudas pequeñas
Comenzar a liquidar los compromisos financieros más pequeños te permitirá sentirte motivado ya que en poco tiempo te irás deshaciendo de deudas.
Pagar las deudas más pequeñas lo más rápido posible también te empodera, porque una vez que liquidas un adeudo te sigues con el siguiente, de esta manera se crea una “bola de nieve de pagos”.
Planificar las finanzas personales
Arma un plan de pagos mensual, no importa que sea el mínimo. El punto es que no dejes de pagar. A la deuda que elegiste como número uno le sumamos el 10% que ahorraste para empezar a sumarle a capital.
Cuando terminas de pagar la deuda número uno, entonces suma la cantidad de ahorro para deuda a la número dos y así sucesivamente a tus demás deudas.
Si tus finanzas no están pasando por el mejor momento, tu habilidad y buenos hábitos serán tus mejores aliados, especialmente si sigues pasos:
- Ponte un plazo de tiempo para liquidar tus deudas.
- Paga siempre en tiempo y forma.
- Administra y optimiza el dinero para ellas.
- Prioriza y cubre las que generan más intereses.
- Salda las pequeñas deudas en un solo pago.
- Cubre más de la cuota mínima.
- No te atrases en tus pagos.
- No pagues una deuda generando otra.
Pedir ayuda
Cuando la capacidad de pago se viera comprometida existen opciones como reestructurar o consolidar tu deuda. Acudir con una reparadora de crédito ayuda a entender mejor cómo funcionan las instituciones financieras y facilita la planificación del ahorro para saldar deudas y mejorar el registro ante las centrales de riesgo.
Los asesores son personal especializado, por lo que explican a los deudores su situación y a través de un plan de pagos que diseñan de acuerdo con las posibilidades de ingreso-ahorro de sus clientes, logran que éstos salgan de una situación apremiante de deudas. Así, logran que nuevamente se enfoquen en retomar las riendas de su vida financiera y se rehabiliten para tomar mejores decisiones crediticias futuras.
¿Qué es reparar una deuda?
Si el deudor busca rehabilitarse financieramente y necesita encontrar una solución definitiva a su problema de endeudamiento, quizá es mejor que acuda a una reparadora de crédito que le ayudará a enderezar su camino financiero, en vez de seguir poniendo en riesgo sus finanzas.
Las reparadoras ofrecen una solución real al problema de deuda en tres pasos:
- Plantean el ahorro como una alternativa para cubrir el adeudo y ofrecen asesoría sobre cómo lograrlo.
- Brindan asesoría inmediata sobre cómo manejar las llamadas de cobranza. Esa orientación sobre cómo responder a los acreedores es información de uso inmediato.
- Dan resultados en el corto plazo, pues el plan de ahorro que diseñan para el deudor permite la negociación con los acreedores en tiempos determinados. Si el moroso es disciplinado, logrará la liquidación del adeudo dentro del tiempo que se haya propuesto él mismo.
Los deudores han encontrado en las reparadoras de crédito una solución a sus problemas financieros. Se trata de instituciones que diseñan planes de ahorro a la medida de los ingresos de sus clientes que les permiten hacer abonos a sus adeudos hasta liquidarlos. Esto sumado a que aprender a hacer un buen manejo de nuestros gastos contribuye a rehabilitar a aquellos que quieren ser sujetos de crédito nuevamente.
Hay muchas alternativas para comenzar a generar ahorro de manera saludable. Un asesor te puede explicar los pros y los contras de adquirir un nuevo préstamo, pero también te explicará otras alternativas que quizá no habías visto y que pueden ayudarte a salir de la central sin necesidad de adquirir un nuevo compromiso financiero.