Mantener la seguridad de tu información financiera es vital para evitar que seas víctima de cualquier tipo de fraude al momento de utilizar tu tarjeta de crédito o débito al pagar en un establecimiento o al realizar compras en comercio electrónico.
Tus plásticos bancarios cuentan con varias medidas de seguridad que debes de conocer al detalle, además de tu información personal. Al frente, consta de 16 números que contienen la información del plástico, el banco al que pertenecen y a partir de ahí están relacionados con tu cuenta bancaria.
Estos números si bien son importantes y debes manejarlos con mucho cuidado y no compartirlos con cualquier persona, están complementados por otra cifra que se encuentra al reverso de tu tarjeta, conocida como CVV, término proveniente del término en inglés “Card Verification Value” que puede traducirse como “valor de verificación de la tarjeta”.
¿Qué es el cvv de una tarjeta?
El CVV es el código valor de verificación que viene al reverso de las tarjetas de crédito o débito. Este código, está compuesto por tres o cuatro dígitos, y sirve como una medida extra para proteger las transacciones realizadas con las tarjetas de crédito, principalmente en internet.
El nombre de este código puede cambiar de acuerdo con la institución que emite la tarjeta de crédito o débito. Así, en algunos casos, ese código puede denominarse CVC, que podría traducirse como código de verificación de la tarjeta.
¿Qué es el código de seguridad CVV?
El código de seguridad CVV es una herramienta que permite autenticar la tarjeta con la que se realiza alguna operación en internet. Y es que, al realizar una compra por medios digitales, se entiende que el vendedor no puede identificar la tarjeta de manera física, y el código, es una alternativa para validar la operación.
Es importante decir que este código debe permanecer celosamente guardado. Y es que, este grupo de números es la llave para concretar transacciones en internet.
Como es sabido, para realizar una compra por canales digitales, se pide información clave, como el número de la tarjeta que viene en la cara principal del plástico, al igual que elementos complementarios como la fecha de vencimiento. Sin embargo, para concretar cualquier operación, el CVV es la llave maestra.
A decir de especialistas, este código es un candado más que permite que las compras realizadas por internet sean más seguras, y se reduzca así el uso fraudulento de las tarjetas de crédito.
¿Para qué sirve el CVV?
Si volteas tu tarjeta, junto a la parte donde se ubica tu firma encontrarás tres números, identificados como CVV. En términos simples se trata de una clave adicional de seguridad que se utiliza al momento de realizar compras de forma digital.
Si alguna vez has comprado algún producto desde tu computadora o de alguna aplicación en tu teléfono, o pagas algún servicio de transporte que solicitas desde tu teléfono o pides comida a domicilio, es factible que ya esté familiarizado con el CVV.
En un ejemplo sencillo, este código de seguridad se utiliza al momento en que el comercio solicita el pago ya sea desde su página de internet o aplicación móvil. Así, además de capturar tu nombre, los 16 números frontales de la tarjeta, así como la fecha de vencimiento que también se encuentra en la parte frontal, también solicitará los tres números que se encuentran al reverso de la tarjeta, lo cual aplica tanto para los plásticos de crédito como de débito.
Dependiendo del banco, la mayoría de las tarjetas tienen un CVV conformado por tres números. Algunas instituciones financieras lo han conformado hasta por cuatro números, pero el objetivo es el mismo, se trata de una clave control para evitar fraudes en tu compra por medios digitales.
Las tarjetas digitales
Como medida de mayor seguridad, los principales bancos que operan en México han desarrollado a través de sus aplicaciones móviles tarjetas digitales que se utilizan para una sola compra y que su información financiera se emplea en una única transacción. Aquí el principio es el mismo: se genera una tarjeta digital ligada a tu cuenta bancaria para una única operación pero que también tiene el número frontal, la fecha de vencimiento así como su CVV.
Este tipo de tarjetas digitales son muy seguras al momento de realizar compras por internet o pagar servicios como entretenimiento, transporte, comida a domicilio desde tu teléfono móvil. Al usar las tarjetas digitales desde tu aplicación bancaria tienes mucho más control de tu tarjeta física y en muchos casos no tienes que sacarla de tu cartera para ninguna operación.
¡Ojo con tu información!
No está demás recordarte que NUNCA debes compartir la información de tus tarjetas ni proporcionar en páginas de internet donde no hayas solicitado algún servicio o que te pidan en correos electrónicos debido a un supuesto error en tu información bancaria. Recuerda que ningún banco te solicita información personal o financiera vía email o llamada telefónica. Ante cualquier actividad sospechosa no otorgues ningún dato confidencial y comunícate con tu banco o asiste a una sucursal.
Sólo imagina este ejemplo. Si una persona tiene acceso al número frontal de tu tarjeta, la fecha de vencimiento y el CVV, puede realizar cualquier compra en medios digitales a tu nombre, incluso sin que des cuenta y puede desde vaciarte tu cuenta bancaria, hasta cometer un fraude de mayor tamaño.
¿Cómo proteger mi CVV?
En la actualidad, los delincuentes han buscado diversas maneras para hacer fraudes a los clientes de tarjetas de crédito. Uno de estas tiene que ver con robar la información sensible de los plásticos para poder realizar transacciones.
Como primer punto, resulta importante que al realizar cualquier compra, vigiles que el encargado de hacer la transacción no digite ni anote el CVV de tu tarjeta de crédito. En todo caso, cerciórate de ser tú el responsable de ingresar esa información.
En ese sentido, también debe estar atento a prácticas de fraudes implementadas mediante canales digitales. Por ejemplo, existe una forma de estafa llamada phishing, con la cual, los delincuentes se hacen pasar, a través de correos, SMS’s, o páginas de internet, como bancos o tiendas departamentales. La intención es hacer ingresar al cliente advirtiendo de cargos no reconocidos o movimientos inusuales, para que así, digite la información de la tarjeta y posteriormente, hacer transacciones con ella.
Es importante mencionar que hoy en día, los bancos han buscado alternativas para poner candados en las transacciones con tarjetas de crédito en internet. Así, por ejemplo, a través de aplicaciones digitales, las instituciones financieras han ofrecido la posibilidad de obtener tarjetas digitales, mismas que permiten generar CVV aleatorios que sólo pueden utilizarse en operaciones específica. Así, se le cierre el paso a posibles intentos de fraudes.
¿Qué hacer en caso de clonación de tarjeta de crédito?
En la actualidad, los bancos han implementado mecanismos importantes para evitar la clonación de tarjetas. Sin embargo, de ser víctima de este delito, no todo está perdido.
De acuerdo con la Condusef.gob.mx, en caso de detectar casos no reconocidos, el titular de la tarjeta tiene hasta 90 días para presentar una queja ante la institución financiera. Es importante destacar que en este tipo de casos, los bancos inician una investigación para corroborar que el titular de la tarjeta no fue el que hizo la operación. En ese caso, y de ratificar que la tarjeta fue clonada para hacer el cargo, la institución financiera devuelve el monto de la transacción.
Para evitar ser víctima de este tipo de fraudes, resulta trascendental llevar un buen control de la tarjeta de crédito. Sobre todo, revisar constantemente estados de cuenta y operaciones. Recuerda que detectar a tiempo cargos no reconocidos es importante para actuar y evitar caer en las manos de la delincuencia.