En tiempos donde las finanzas personales desempeñan un papel crucial en nuestras vidas, adquirir conocimientos básicos sobre el mundo financiero se ha vuelto fundamental para mantener un mayor control sobre nuestros ingresos.
El entendimiento de conceptos como crédito, presupuestos, ahorro, deudas, entre otros, nos ayuda a evitar caer en trampas financieras y mejora nuestra capacidad para alcanzar metas a largo plazo. La adquisición de conocimientos básicos de finanzas personales nos empodera y nos brinda la capacidad de tomar el control de nuestras vidas económicas, creando un camino hacia la estabilidad y el bienestar.
Así, es esencial entender las diferencias entre dos términos claves, como crédito y préstamo. A menudo se utilizan indistintamente, pero en realidad, cada uno tiene características y propósitos distintos. En este artículo, te explicaremos la diferencia entre ambos para que puedas tomar decisiones más informadas.
¿Qué es un crédito?
Se trata de una línea de financiamiento que te permite acceder a dinero hasta un límite preestablecido. Al obtener un crédito, el prestamista, regularmente un banco, te proporciona una suma de dinero que puedes utilizar según tus necesidades y deberás pagar intereses por utilizarlo. Así, tienes la libertad de utilizar el dinero total o parcialmente, y solo pagarás intereses sobre la cantidad utilizada.
Por ejemplo, si tienes una línea de crédito de 10 mil pesos y utilizas la mitad, estás obligado a pagar dicha cantidad y en su caso, pagar intereses sobre esa cantidad. Además, a medida que reembolsas el crédito, la línea se restablece, lo que te permite volver a utilizar el dinero en el futuro.
Los productos más comunes son las tarjetas de crédito, y en muchas compras que puedes realizar puedes realizarlas a meses sin intereses, con lo que solamente deberás pagar la cantidad que dispusiste en los términos establecidos con el comercio.
¿Qué es un préstamo?
Es una suma de dinero específica que se te proporciona de una sola vez y que debes devolver en un plan de pagos durante un período determinado, con el pago de los respectivos intereses.
Al obtener un préstamo, acuerdas devolver el monto principal junto con los intereses acumulados durante un plazo fijo. A diferencia del crédito, no puedes volver a utilizar los fondos una vez que los hayas devuelto en su totalidad, a menos que solicites otro préstamo. Sin embargo, esto último no es muy recomendable ya que corres el riesgo de sobreendeudarse y afectar tus finanzas personales.
¿Qué debo considerar al utilizar un crédito o un préstamo?
Dependiendo de tus necesidades, considera algunos de los siguientes aspectos básicos para analizar cuándo debes utilizar un crédito o un préstamo:
- Flexibilidad: El crédito ofrece flexibilidad en términos de la cantidad de dinero que puedes utilizar y cuándo utilizarlo, mientras que los préstamos proporcionan una suma fija de dinero que se devuelve en pagos determinados.
- Intereses: En el crédito, solamente pagas intereses sobre la cantidad utilizada, mientras que en los préstamos pagas intereses sobre todo el monto prestado.
- Revolvencia: Con el crédito, puedes volver a utilizar los fondos a medida que los devuelves, mientras que con los préstamos debes solicitar un nuevo préstamo si necesitas más dinero.
- Plazo: Los préstamos suelen tener plazos fijos, mientras que el crédito puede ser renovado indefinidamente siempre que cumplas con los términos acordados.
¿Qué debo analizar antes de solicitar un crédito o un presupuesto?
Antes de solicitar un crédito o préstamo, es esencial realizar un análisis exhaustivo sobre tu situación económica actual. En primer lugar, debes realizar un presupuesto, donde incluyas ingresos, gastos y capacidad de pago.
Es fundamental determinar si tenemos la capacidad de tomar el compromiso de pagar una deuda por un tiempo determinado y si el pago de las mensualidades no comprometerá otras necesidades básicas como alimentación, vivienda, educación, entre otros.
Además, se debe investigar y comparar las opciones disponibles en el mercado, analizando las tasas de interés, los plazos de pago, las condiciones y los requisitos exigidos por los diferentes prestamistas.
Finalmente, es recomendable consultar con asesores financieros o expertos para obtener orientación adicional y asegurarnos de que el crédito o préstamo que estamos considerando sea adecuado para nuestras necesidades y metas financieras.
Al realizar un análisis exhaustivo de estos aspectos, estaremos mejor preparados para tomar una decisión financiera acertada y evitar posibles dificultades en el futuro.