Las deudas con la hacienda pública tienen fecha de caducidad. Así es, al igual que en otro tipo de adeudos, si el acreedor no ejerce las acciones debidas para exigir el pago, éste pierde el derecho al cobro, con lo que el compromiso prescribe.
Pero, ¿cómo saber si mi deuda con Hacienda ha prescrito?
Para comenzar, es importante decir que hoy en día, la legislación mexicana reconoce la prescripción de deuda. Este término hace referencia a la extinción del derecho que tiene un acreedor para exigir el cobro de una deuda por la vía legal.
Es importante decir que mediante esta figura, la deuda no desaparece. No obstante, como lo marca la norma, lo que sucede es que el acreedor pierde el derecho que legítimamente tiene para realizar el cobro por la vía judicial, esto al no realizar las acciones debidas para reclamar la deuda después de un periodo.
¿Cuándo prescribe una deuda con Hacienda?
La visión de la prescripción también aplica para adeudos fiscales con la administración pública, lo que incluye el pago de contribuciones como el Impuesto Sobre la Renta (ISR), el Impuesto al Valor Agregado (IVA), impuesto predial e incluso derechos de suministro de agua.
Pero, ¿qué dice la legislación?
De acuerdo con el artículo 146 del Código Fiscal de la Federación, “el crédito fiscal se extingue por prescripción en el término de cinco años”. Cabe destacar que este lapso comienza a partir de la fecha en que el pago puede ser exigido por ley.
Es importante mencionar que la legislación establece que este periodo se interrumpirá con cada gestión de cobro que el acreedor notifique, o que haga saber al deudor. De igual manera, el periodo para la aplicación de la prescripción se verá interrumpido por el reconocimiento expreso o tácito del adeudo por parte del deudor.
En términos generales, la ley menciona que la prescripción no debe extenderse más de 10 años. Por lo que, llegado este periodo, se podría considerar extinta la deuda.
Resulta relevante decir que la declaratoria de prescripción podría concretarse derivado de dos escenarios: ya sea por la actuación de oficio por parte de la autoridad o por la misma petición del contribuyente deudor.
Es preciso mencionar que la ley hace mención de la prescripción de los “créditos fiscales”. Pero, ¿a qué se refiere con crédito fiscal?
En términos simples, son los adeudos fiscales que se tienen. Al respecto, el Servicio de Administración Tributaria (SAT) señala que un crédito fiscal se entiende como “el ingreso que tiene derecho a percibir el Estado en sus funciones de derecho público que provengan de contribuciones, aprovechamientos o de sus accesorios”.
¿Qué pasa si no cubro mi deuda con Hacienda?
Al igual que en otro tipo de adeudos, solo dejar de pagar no debe ser la opción. Y es que, lejos de representar una salida definitiva, puede empeorar la situación.
Pero, ¿cuáles pueden ser las consecuencias de no cubrir las deudas fiscales?
En primera instancia, se generan cargos y penalización. Con ello, ya se tendrá que desembolsar más dinero de lo contemplado en un inicio.
Sumado a lo anterior, en el caso de mantener una negativa de pago en los adeudos, es importante mencionar que la autoridad reporta tanto a Buró como a Círculo de Crédito. Con ello, la mala nota permanece en el historial y cierra la puerta a cualquier posibilidad de financiamiento con la banca u otros organismos.
Pero no solo eso. Y es que, la autoridad tiene la posibilidad de iniciar procedimientos administrativos, e incluso solicitar un embargo de bienes para exigir el pago. En ese sentido, el SAT señala que se puede llegar a inmovilizar o embargar las cuentas bancarias y de inversiones, y hasta cancelar los CFDI autorizados.
Es por ello que antes de tomar una postura sobre un adeudo fiscal, es importante estar informados. Sobre todo, para conocer los alcances que las decisiones que se tomen pueden tener.
En el caso de adeudos fiscales, dejar de pagar puede convertirse en un problema con efecto de bola de nieve, que afecta diversos aspectos de las actividades productivas. Si tienes alguna duda, busca la asesoría de especialistas en la materia que te ayuden a encontrar soluciones y evitar que la autoridad ejerza acciones. Siempre existe la posibilidad de buscar la negociación para salir de los adeudos.