¿Te suena el término economía colaborativa? Quizá no lo habías leído ni escuchado hasta el momento pero estás más en contacto con el de lo que te imaginas. Vamos a ponerte un ejemplo muy familiar para que entiendas un poco más de que se trata:
Son las 12 de la noche y sales del bar con tus amigos. Ya no hay transporte público y manejar después de tomar unas copas de más es un riesgo exponencial. Así que decides abrir tu aplicación y solicitar un Uber que te lleve hasta tu domicilio. La aplicación te notifica quién será tu chofer, cuál será el coche que te llevará y el costo que se cargará a tu tarjeta de crédito o débito. Aunque no lo creas, en esta simple acción que parece parte de tu vida ordinaria, estás siendo partícipe de la economía colaborativa, pero ¿qué es?
La economía colaborativa
Se basa en una principal premisa que es “compartir en lugar de poseer”. Es una tendencia a nivel mundial que promueve el intercambio de bienes y servicios entre las personas con ayuda de la tecnología y lo más importante es que busca maximizar la utilidad de los recursos para generar ciudades más sustentables desde un punto de vista económico y ambiental, que directamente provocan una mejora en la calidad de vida de las personas.
¿Cómo es esto posible?
Simple. Basándonos en el ejemplo anterior, podemos darnos cuenta que en la petición de un servicio de Uber estamos participando en el intercambio de un servicio a través de una plataforma tecnológica, el chofer está maximizando la utilidad del automóvil pues de ser particular pasa a ser compartido, lo que le genera una utilidad, que se traduce directamente en un beneficio económico para el prestador de servicio. También reduce la contaminación por el uso compartido de un coche en lugar de dos y mejora la calidad de vida de ambos, por la ganancia del prestador y por la seguridad que le garantiza al usuario. ¿Te das cuenta que has estado participando desde hace mucho y ni siquiera lo habías notado?
La importancia del Internet
La penetración de Internet ha sido un factor fundamental en el desarrollo de la economía colaborativa. Tan sólo en México, según datos de El Economista,un mexicano pasa en promedio 7 horas y 14 minutos al día en internet, donde creamos redes de contacto, amistad, ventas, información, etc.
La economía colaborativa indirectamente ha contribuido a reinventar los negocios tradicionales a cambio de que el sentido de pertenencia vaya desapareciendo para darle paso al acceso y uso compartido.
Actualmente no sólo estamos conectados con aquellas personas sin importar nuestra ubicación, sino que también estamos a tan sólo un click de distancia de nuestros productos y servicios favoritos, sin importar el lugar físico donde se encuentren. Esta es una de las principales características de la economía colaborativa, compartir a través de la red.
¿Startups = Economía colaborativa?
Otro concepto muy importante es de Startup, ¿pero qué tiene que ver con la economía colaborativa? Hoy, la mayoría de quienes crean una Startup se basan en el modelo de negocios de la economía colaborativa. Pero definamos este concepto:
La página web emprendepyme.net define una Startup como una compañía emprendedora (pequeña o mediana) pero con grandes posibilidades de crecer. Es una organización humana con gran capacidad de cambio, que desarrolla productos y/o servicios aprovechando la tecnología. Busca principalmente que la experiencia del cliente sea de uso fácil y simple.
Ciudad de México, pionera en creación de Startups
De acuerdo con datos de la Secretaría de Economía (SE), en México se crean alrededor de 35,000 pequeñas y medianas empresas (PyMES) de las cuales el 6% de estas son propiedad de jóvenes entre 18 y 24 años. Ellos están apostando al uso de la tecnología para ofrecer sus productos y servicios, lo cual les abre un mundo de posibilidades.
De estos emprendedores, la mayoría se concentran dentro de la Ciudad de México, tal como lo demuestra el estudio llamado “Promoviendo el ecosistema del Startup en América Latina: Transformando la región con Impacto Global” elaborado por el Centro de Desarrollo de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE)
En él se concluyó que la Ciudad de México es la entidad del país con más empresas Startups a nivel nacional, quedando con el 32% de ellas, seguido de Guadalajara que concentra el 10% y Monterrey en tercer lugar con el 8%. No es sorpresa que así sea, ya que estas, son las tres principales ciudades del país, en donde se concentran un mayor número de habitantes que a su vez requieren de un mayor número de productos y servicios, además que hay una mayor entrada a la tecnología. Cumplen con los requisitos perfectos para generar una economía colaborativa aún mayor.
La economía colaborativa no conoce límites
La apertura al compartimiento de bienes y servicios ha ampliado el panorama de los mismos, y hoy existen cientos de ofertas que conforme pasan los días crecen más y más. A continuación, algunos ejemplos de productos y servicios en los que no necesariamente tienes que adquirirlos como propiedad:
- Transporte: En este tipo de servicios no hace falta ser el dueño del coche o bici, puedes solicitar un servicio privado o compartir el coche de alguien más. En algunos casos como el del servicio de bicis el servicio no es solicitado directamente desde una plataforma digital, pero sí utiliza tecnología para su funcionamiento.
- Alojamiento: poco a poco se van acabando los anuncios fuera de los edificios para poner en renta un departamento. Hoy en día, existen aplicaciones donde puedes ofertar algún cuarto que no uses o en caso contrario puedes encontrar alguna habitación para rentar. O también para simplemente hospedarte, por precio más accesible.
- Ventas por Internet: es una fuerte tendencia, que ha revolucionado la forma en que adquirimos productos. Existen plataformas en las que puedes comprar productos de otros países, intercambiarlos, etc. sin importar dónde te encuentres y las más conocidas siempre velan por tu seguridad.
- Préstamos en línea: los trámites engorrosos, filas sin fin y tiempos de respuesta eternos poco a poco van terminado. Hoy desde una plataforma puedes solicitar un préstamo y te resuelven en minutos. Un ejemplo muy puntual es La Tasa, una startup en la que además de hacer préstamos a gente con excelente historial crediticio también es una opción para inversionistas.
Este sólo es un pequeño grupo de ejemplos de Startups basados en la economía colaborativa. No hace falta estar presente, el trámite es en línea y puedes ser consumidor u ofrecedor de servicios sin poseer necesariamente el bien o el servicio.
¡Anímate y sácale provecho a la economía colaborativa!
Tal como nos pudimos dar cuenta en los ejemplos anteriores, no hay límite en el ofrecimiento de bienes y servicios. Puedes ser partícipe activo, si no es que ya lo eres. Hay tres ángulos desde los cuales puedes participar: como consumidor, prestador de servicios o dueño de una Startup.
No sólo podrás encontrar un beneficio económico en cualquiera de estos, sino que también podrás contribuir a una mejora ambiental, ¿por qué? Por la optimización de los recursos. Por ejemplo. Al compartir tu coche, contribuyes a contaminar menos, pues en lugar de que circulen cuatro coches, puede circular uno con cuatro pasajeros.
No olvides la premisa: compartir en lugar de poseer. Hoy gracias a la economía colaborativa, ganamos todos. Así que… ¿Qué esperas? Atrévete y participa aún más en este nuevo modelo de negocio.