Sin duda las relaciones pueden ser complicadas. En ellas tenemos momentos de dicha y felicidad, es lo principal cuando compartes tu vida con alguien más.
Imagínate que en tu relación todo va mal y cuando más te gustaría mejorar la situación con tu pareja, más frustrado estás de no lograrlo porque parece imposible, pero tampoco te animas a salir de esa relación, ¿te ha pasado?
Ahora, ¿Qué pensarías si te digo que lo que acabas de leer también sucede con tus finanzas?
En especial con las deudas, si estás en una situación complicada seguramente ya te identificaste. Y claro, así como piensas separarte de tu pareja, ¿quién no quisiera divorciarse de sus deudas?
Pero, ¿cómo podemos divorciarnos de ellas sin terminar desfalcados? requerimos terminarlas en buenos términos o hasta incluso, ¿Por qué no? Darnos otra oportunidad con un nuevo crédito. Las deudas se presentan en nuestra vida no sin esperarlas, al contrario estamos conscientes, es necesario comprender su alcance y como nosotros poder superarlas, sobre todo entender cómo funciona una tarjeta de crédito.
Hay 4 tipos de deudas:
- Por gasto hormiga en la cual recaen las personas que no cuentan con una administración en sus finanzas y recurren a pequeños créditos pero que luego no pueden cubrir.
- Del que es “wannabe” es aquella que adquieren las personas para llevar una vida por encima de sus posibilidades.
- Cuando se trata de supervivencia con ella las personas tratan de llegar a fin de mes (para situarse en esta deuda las personas utilizan el recurso para cubrir necesidades de primera necesidad como alimentos, medicamentos y vivienda, además de no gastar en lujos).
- La del emprendedor la cual se utiliza para invertir en un negocio o propuesta.
El inicio siempre es bueno
Todo comienza cuando adquieres una tarjeta de crédito. Al principio de la relación se genera un sentimiento de comodidad. Te dejas llevar por lo fácil que es usarla para tus compras, como: cubrir necesidades, pagar gastos, darse gustos.
Pero, lo bueno viene después y es cuando el sentimiento de frustración llega, justo en el momento en que debe liquidarse y por diversos motivos como: desempleo, gastos imprevistos, mala administración de sus finanzas, enfermedad
Aquí no acaba, lo que viene es que:
En el mismo momento donde te das cuenta de que has dejado de pagar lo que corresponde, sin duda aparecerá la presión de un tercero, en este caso el banco o bien un poco amable agente del despacho de cobranza.
¿Cómo divorciarse de las deudas?
Si estás en una situación donde el panorama estresante y sientes que ya no verás la luz al final del túnel, lo primero que deberás hacer es tener paciencia y elige muy bien los pasos que darás para salir de ahí.
Toma esto como una advertencia:
Un clavo no saca otro clavo, por lo que liquidar un crédito con otro crédito no es la mejor opción, te enfrascas en una relación más complicada que la anterior, convirtiéndose en un círculo vicioso, a menos que tu deuda se encuentre en buen estado y decidas llevar a cabo una consolidación.
Para el entender cómo “divorciarse” de una deuda, primero:
- Comprende que no existe el “divorcio express”, es como ir al doctor cuando estás muy enfermo. Si no hay un esfuerzo constante para conseguir curarte, no lo lograrás.
- Dale un giro a tus finanzas personales, esto te ayudará a darle un seguimiento a tus gastos y descubrir cuáles están siendo una fuga de dinero.
- El deslindarse de tus obligaciones no es opción, si te interesa realmente pagar lo que debes, lo mejor sería conseguir ayuda para llegar a una buena negociación con el banco y liquidar tu deuda para comenzar a sanear tus finanzas y así continuar con tu vida con toda la tranquilidad del mundo.
Ya que pasaste por esa evaluación, determina si:
- Si tu deuda es de hasta 30 mil pesos, es una deuda “pequeña” y que se puede llegar a controlar. Si das un vistazo a tus finanzas y decides reordenarlas podrías generar menos gastos y más ahorros para liquidarla.
- Tus cuentas siguen al corriente, pero no podrás aguantar por mucho y te interesa no afectar tu historial de crédito porque es muy bueno, lo mejor es que consigas consolidar tu deuda.
- Cuando las cosas se complican, acercarse con una reparadora de crédito que te ayude en diferentes aspectos como: ahorro para pagar, consigue un descuento sustancioso para la liquidación de tu deuda.
Divorciarse de las deudas es complicado al inicio, poco a poco recuperarás el ritmo de tu vida y te aseguro que tu tranquilidad en ese primer día sin deudas no tendrá precio alguno.